Jack Todd
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Lo ames o lo odies, la regla de 54.5 mpg de la administración Obama forzará un cambio en el futuro de la industria automotriz como señala el CEO de Chrysler, Sergio Marchionne.
Los autos musculosos como el Dodge Challenger con motor Hemi, dice, se volverán "tan raros como las moscas blancas", aunque esas predicciones han existido desde que los mandatos de mpg del gobierno entraron en vigencia en 1978 y, como muchos señalarán, el V8 continúa ser encontrado bajo el capó de bastantes autos.
Por otra parte, los precios de la gasolina solo están subiendo, al igual que los precios de los vehículos nuevos, lo que significa que poseer un automóvil equipado con V8 para fines de rendimiento será cada vez más exorbitante. Además, el tamaño del motor se está volviendo menos importante con cada año que pasa a medida que los fabricantes de automóviles recurren a la inducción forzada y la inyección directa para obtener más potencia de equipos más pequeños. Finalmente, las transmisiones híbridas se están abriendo camino hacia los autos de rendimiento que finalmente conducirán a un cambio en la percepción común de que los autos híbridos tienen que ser suaves.
Pero el ahorro de combustible puede provenir de muchas más fuentes que los motores reducidos. Por ejemplo, Lotus recibió recientemente el encargo de rediseñar un Toyota Venza para tener muchas menos piezas, lo que hace que el automóvil sea mucho más liviano y, por lo tanto, eficiente en el consumo de combustible. El fabricante británico de automóviles deportivos logró reducir el 37 por ciento del peso en vacío, mejorando el kilometraje del automóvil en un 23 por ciento.
Eso probablemente no se aplicará tan bien a los autos de rendimiento V8 que dependen de partes rígidas de la carrocería y un montón de pases rápidos adicionales, pero BMW está trabajando en alternativas para aligerar sus autos. Su objetivo es disminuir el costo de producción de piezas de fibra de carbono al acelerar el proceso necesario para hacer cada parte.
De una forma u otra, la industria se verá obligada a hacer avances significativos en los próximos años. Es decir, a menos que los votantes favorezcan a Romney este noviembre, en cuyo caso la regla podría ser derogada.