Jack Todd
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Una estación de servicio en el vecindario de Wilmington, en Los Ángeles, fue el centro de atención hoy, luego de una falla que fijó los precios del combustible en $ 1.10 por galón. Casi de inmediato, los vehículos se alinearon alrededor de la cuadra para bombear gasolina barata.
La policía llegó al lugar en breve, para dirigir el tráfico alrededor de la estación abarrotada. El problema tardó horas en solucionarse y cuando las bombas finalmente se cerraron, se habían dispensado más de 8,000 galones de combustible, lo que le costó al propietario de la estación, Kenny Nguyen, $ 21,000. Nguyen espera que los automovilistas que tuvieron suerte regresen y paguen el precio completo.